domingo, 1 de mayo de 2016

RETOMANDO EL BLOG EN EL 2016
Después de un tiempo sin entrar a mi blog, hoy quiero compartir algo que me pareció interesante.
 
El juego en los niños.   

Expertas llaman a promover el juego libre y espontáneo como una actividad fundamental para el desarrollo infantil. 
En una encuesta a 2.347 niños de todo el país, realizada el año pasado por la Fundación Integra, el 53,2% dijo que lo que más les gustaba de su jardín infantil era jugar.
A los 10 y 11 años el juego sigue siendo importante. En un estudio realizado por la Universidad Diego Portales (UDP) para saber qué piensan los niños de esa edad, "el juego fue central en su definición de la infancia", dice Ana Vergara, investigadora del Programa de Protagonismo Infantil de esa casa de estudios.
Sin embargo, pareciera que los adultos no le dan al juego el mismo valor que los niños. Mientras algunos reclaman que sus hijos "solamente van a jugar al jardín", los niños de 10 y 11 años de todos los estratos perciben que sus padres no lo consideran como uno de los aspectos que les permitiría crecer bien.
Convivencia y respeto
La evidencia científica, sin embargo, ha demostrado en forma contundente la importancia del juego -especialmente el juego libre y no estructurado- en el desarrollo infantil.
"A través del juego los niños aprenden a autorregularse, a poner límites, respetar a otros, conocer sus propias emociones, manejar sus frustraciones, convivir con otros y lograr lo que quieren", dice Vergara.
"Aprender y jugar no son incompatibles", resume Kathy Hirsh-Pasek, psicóloga de la U. de Temple (EE.UU.) y autora de una decena de libros donde ha volcado sus investigaciones sobre aprendizaje en preescolares. En ellos plantea que "los niños necesitan tiempo libre inestructurado, así como aprendizajes lúdicos bajo la guía de un adulto para preparar su ingreso al colegio".
Los estudios de Stuart Brown, psiquiatra y fundador del Instituto Nacional del Juego (EE.UU.), revelan cómo el juego contribuye al desarrollo cerebral, promueve la ecuanimidad, la justicia y la empatía. Otras investigaciones muestran que los escolares prestan más atención a las actividades académicas si han tenido un recreo con actividades no estructuradas, donde han podido jugar libremente sin ser dirigidos por adultos.
"En la primera infancia, el juego es la forma más natural y espontánea de aprender", destaca la psicóloga Oriele Rossel, directora ejecutiva de la Fundación Integra, institución que cuenta con mil jardines y salas cuna gratuitas en todo el país. "Y es justamente en ellos donde los niños tienen una oportunidad diaria de encontrarse con otros y jugar, con un adulto como facilitador. En ese sentido, hay una intencionalidad pedagógica en el juego", subraya.
Tan relevante es su rol que la Convención de Derechos del Niño garantiza su derecho al juego y a las actividades recreativas apropiadas para su edad", destaca.
Para promover el juego, Ana Vergara propone reducir el tiempo que los niños dedican a estar frente a pantallas, fomentar instancias de juego al aire libre, donde los niños tengan más posibilidad de moverse y estar en contacto con la naturaleza, el agua, la tierra, los árboles.
Asociarse
Rossel plantea que "lo primero es preguntarle al niño a qué quiere jugar, ubicarse a su altura y crear un espacio donde puedan explorar y desplazarse en forma segura" (ver recuadro).
Ambas expertas coinciden en que no se requieren juguetes ni implementos sofisticados para lograr los beneficios del juego.
En una sociedad donde "esta no es una tarea que se logre fácilmente en forma individual", dice Vergara, especialmente por la presión de tener juguetes caros. "Hay que buscar formas de asociarse con otro padres del curso, por ejemplo, para acordar que en vez de comprar Play Station se privilegiarán otras actividades que permitan, por ejemplo, jugar al aire libre o en movimiento".
PUBLICADO EN: 
EL MERCURIO POR PAULA LEIGHTON

domingo, 2 de marzo de 2014

Una cordial bienvenida a los niños del kinder 2014 les entregan sus señoritas.
Que este sea un año de logros y de buena camaradería entre todos.

domingo, 5 de mayo de 2013

Mamá


Día de la madre: Un vínculo inquebrantable


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shutterstock 87794590 300x300 Día de la madre: Un vínculo inquebrantableEl primer, el más fuerte e importante
vinculo que establecemos todas las personas es el que se forma
 con la madre. Este vínculo es el más poderoso de todos los
vínculos y relaciones que tendremos, siendo el que más influye
 en nuestras vidas. La relación entre madres e hijos se basa en
una conexión increíble e irremplazable a muy altos niveles.
Este vínculo se forma en la primera etapa de la vida, comienza
 a desarrollarse incluso antes del nacimiento. Desde esos
momentos la función de la madre es fundamental, es la que
 aporta alimento, protección, cuidados y afectos.
La figura materna tiene una importancia crucial en los primero
s momentos y ésta se mantiene en la vida adulta también.
La madre es aquella persona a la que se acude ante un problema,
 es la que sabe en todo momento lo que les sucede a los hijos solo
 con mirarlos, la que siempre ofrece su amor y apoyo incondicional.
Esta figura y este vínculo son necesarios para todas las
 personas. Crear y mantener un vínculo sano y estable con
 la madre es beneficioso para el desarrollo emocional y afectivo.
 Constituye además las bases para futuras relaciones.

¿COMO SE FORMA EL VINCULO CON LA MADRE?

Calidad y constancia de señales afectivas de la madre. Desde un
 primer momento es fundamental que la madre muestre señales de
 cariño. No deben faltar abrazos, gestos y palabras.
Comportamiento de la madre. Es importante que aparte de
 proporcionar señales afectivas al niño, la madre le aporte un
apego seguro. Esto quiere decir que el niño debe tener su espacio
 y autonomía, se debe dar cariño pero dejarle decidir y hacer por
sí mismo. No es lo mismo dar señales de afecto que sobreproteger.
Escucha activa. Es fundamental que los pequeños se sientan
escuchados y atendidos. La madre debe darles la confianza para
 que se comuniquen y expresen en un clima de cariño y aceptación.
Compromiso e implicación. No es suficiente con mostrar
compromiso e implicación, estos han de ser percibidos por
el pequeño.

IDEAS PARA CELEBRAR EL DIA DE LA MADRE.

El regalo.

A veces los regalos no materiales, son las mayores muestras
de cariño. Un beso, un abrazo una palabra bonita es más que
suficiente para que los papás comprendan lo que sus hijos les
quieren.
Los regalos hechos por los niños y niñas con sus propias
manos, son algo muy especial. Como por ejemplo:
  • Marco de fotos hecho con cartulina o cartón, decorado por
  •  los pequeños y dentro colocaremos una foto de mamá con
  •  sus hijos.
  • Manos del niño o la niña grabadas en una hoja.
  • Una carta donde el pequeño le exprese lo que siente a su 
  • mamá.
  • Tarjetas de felicitación.
  • Un video donde le digáis algo a mamá, podéis poner también
  •  fotos vuestras con ella y algún mensaje.
Otro tipo de regalo es hacer por mamá algo que le guste, como
 prepararle el desayuno y llevárselo a la cama.
  • Día en familia, para romper la rutina y disfrutar.
En este día tan especial, donde los mamás son los protagonistas,
es una ocasión idónea para pasar una celebración en familia donde
 todos los miembros disfruten. Sal de la rutina y planea una
actividad especial.
  • Comer fuera de casa
  • Buscar una de las actividades que le gusten a mamá y disfrutar
  •  toda la familia,
  • Prepara una salida familiar, pasar un día en el campo sería una
  •  buena opción.
  • Juegos en familia.
  • Ir a ver una película.
Celia Rodríguez Ruiz para Educapeques.


jueves, 21 de marzo de 2013

PARA REFLEXIONAR


by admin



A diario me toca ver cómo los adultos se dirigen a los niños,
 por ejemplo, en el supermercado la mamá retando al hijo ante
 la infaltable “pataleta”; cuando los papás se encuentran con un 
amigo le dicen al niño “ya pues salude con un besito”; cuando los
 van a buscar al colegio los llevan corriendo acompañado de la 
frase “ya pues apúrate” en fin, tantas actitudes que los adultos 
producto de la vida agitada ni siquiera nos detenemos a pensar.
 Claro, es que somos adultos y como tal funcionamos desde un 
mundo distinto, nos encantan los niños bien educados los “viejos
 chicos” porque medimos las conductas de los niños en base a 
nuestros parámetros. A este predominio de la visión de los 
adultos por sobre los niños es lo que Barudy llama “cultura
 adultista”. Pues bien, somos hijos de esta crianza adultista en
que aprendimos a comportarnos según las expectativas de éstos,
por lo que dichos rasgos
 saldrán a flote en algún momento cuando formamos a nuestros 
hijos. 
El modelo educativo que asumimos los adultos no es cuestión 
de elección, sino que se asocia a  las creencias que se tienen sobre
 el proceso de crianza - educación y,  a las propias vivencias que
 se  hayan tenido a lo largo de la vida. Es así cómo la influencia
de nuestra representación social de infancia, entendida como “el
 conjunto de creencias compartidas por la sociedad de lo que
significa ser niño” (Ps.Josefina Martínez), determinará la manera
 de relacionarnos con los niños.
Así, desde nuestro mundo no nos damos cuenta que los niños 
nunca han sido adultos y tenemos apreciaciones que se transforman
 en prácticas cotidianas:
1. No consideramos algunas conductas como propias del momento 
evolutivo, sino como “defectuosas” que en el extremo nos pueden 
llevar a usar sistemas de disciplina autoritarios.
2. Se idealiza la infancia como un período sin problemas ni
 preocupaciones en que a los niños no les afectan las cosas, sin 
embargo, olvidamos que deben cumplir tantas exigencias escolares
 como extracurriculares que quedan sin tiempo para el ocio, para 
jugar y divertirse.
3. Desconocemos las necesidades  de los niños, no tenemos
 tiempo de escucharlos ni tampoco les damos el espacio de 
expresarse y nuestra forma común es decirles “ahora no, estoy
 ocupado”.
4. En palabras de Barudy se los “cosifica”, es decir, se les quita
 su calidad de ser humano y los tomamos como objetos de nuestra
 pertenencia incluso, su cuerpo se ve de público dominio 
obligándolos a saludar de besos a todos los tíos, o el típico 
comentario de papás “mi hijo, lo crío como quiero”.
5. Se ve a los niños como “cheques a fecha” los valoramos por
 lo que llegarán a ser en el futuro y perdemos de vista su presente.
A estas alturas, puede que muchos recién ahora empiecen a 
recordar acciones que los identifiquen con lo anterior y, que
 probablemente desconocían. Entonces, ¿cómo poder revertir
 estas ideas que nos fueron traspasadas generacionalmente?
-      Reconoce  a los niños como personas dignas de respeto y
 trátalos bien.
-      Visualízalos  como personas en desarrollo y no como
 “adultos chicos”, ellos son diferentes a nosotros.
-      Atiende sus necesidades e  inquietudes actuales considerándolas
 como importantes y no como “mini problemas”.
-      Acoge y respeta sus emociones tanto positivas (alegrías) 
como negativas (rabias, penas) , así estarás sintonizando 
emotivamente con él.
-      Reconoce sus esfuerzos y fortalezas.
Ayúdalo a reconocer sus emociones, eso se llama “Alfabetizar 

Emociones” (N. Milicic).
-      Plantea límites flexibles ajustados a la edad, en forma clara
 y en positivo.
-      Permítele tiempo para jugar.
-      Conéctate con tu propia infancia, eso te ayudará a empatizar 
con el niño.

(Recomiendo el libro : “ Recuperar el niño interior ” de C. G. Jung y otros )
Tenemos un gran desafío: salir del paradigma Adultista, no es una tarea simple, pero si miramos el mundo infantil desde la óptica de los niños podremos entenderlos de mejor manera.
 Por Claudia Lewin, Psicóloga.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Para saber...

Cómo organizar los deberes

 de los niños

by admin
Si queremos que nuestros hijos disfruten en
 el colegio y se sientan motivados, es
 imprescindible organizar bien los deberes en 
casa. Podemos empezar a crear una actitud
 positiva hacia las tareas del cole desde que
 los niños son muy pequeños. La psicóloga
 infantil Claudia Quiroz nos propone algunas claves.

Las horas de sueño

El horario de ir a la cama es fundamental, los niños
 deben dormir un mínimo 8 horas. Si no se puede
 mermar la atención, motivación, humor, actitud y
 comportamiento de los hijos.

El rincón de estudio

El lugar de estudio se tiene que diferenciar de
 los demás espacios para predisponer al niño a estudiar
 y facilitar la concentración. Por lo tanto, debe ser un
 lugar sin televisión, sin ordenador, sin música, con luz
 adecuada, tranquilo y con mínimas distracciones. Lo ideal
 sería una mesa con sus cuadernos y bolis y nada más.

El horario para hacer los deberes

Desde los 5 años de edad, se puede instaurar un
 “momento de los deberes”, que vaya incorporándose
 en casa de manera paulatina, en el que el niño incorpore
 como algo natural el tener un espacio para hacer
 actividades concretas (ya sea pintar, leer) que a
 medida que crezca se irá volviendo más complejo.
 Este es el cimiento de los futuros hábitos de estudio.

Premios y refuerzos

Además de un horario de hacer los deberes, es importante
 que haya consecuencias positivas por realizarlos
 (la valoración verbal y la expresión de emociones 
positivas de los padres siempre debe estar presente.
 Pero además, una hora de juego con mamá o papá, o se
 gana el fin de semana un desayuno con bollos o algo que
 sugiera el niño, si es realista y asequible para los padres.
 Nunca se tratará de regalos materiales o premiso excesivos,
 salvo excepciones). El objetivo es reforzar el esfuerzo y los
 resultados derivados de éste.
Se pueden acordar “premios” de fin de año, que se
 dan sólo si se cumplen los acuerdos, ya sean: clase de
 windsurf en verano, o buceo, o un mp3 nuevo, o cambio
 de móvil, o nuevo reloj o vacaciones con algún familiar, etc.
 El premio debe ser realista y no se debe materializar si
 no se han conseguido los objetivos. El objetivo es que
el niño se lo gane, para que aprenda a esforzarse, buscar,
conjugar y utilizar unamotivación tanto interior como exterior
 para sus objetivos. Durante el año escolar los refuerzos y
 premisos no deben sobrepasar el gran premio final.

La merienda forma parte de los preliminares

Antes de estudiar y hacer los deberes se sugiere que coman
 algo, beban algo y pasada una hora entre una actividad y
 otra se pongan a ello, para que sientan que empieza otro momento.

Planifica los momentos de descanso (de toda la familia)

Los momentos de ocio también hay que planificarlos
 semanalmente para que sea un factor que promueva la
 motivación. Tanto de padres con hijos, tanto de pareja
 como individualmente, porque muchas veces los adultos
 tienden a no desconectar y terminan cansados, tensos y
 de mal humor, y eso afecta a la relación con los hijos y al estudio.
Definir tiempo concreto frente a la televisión, chat,
 internet, consola, etc. Y definir y aplicar las consecuencias
 de no respetar dichos acuerdos. Padres, mantened vuestras
 palabras independientemente de que os entristezca.

Hacer los deberes no exime de otras responsabilidades

Es importante que los niños ayuden en casa, no pueden
 estar exentos por tener que hacer deberes o estudiar.
 Hay que definir tareas sencillas que diariamente se
 deberían hacer, por ejemplo: hacer su cama, recoger
 su ropa sucia para la colada, recoger sus libros o sus juguetes.

Cuidado con las actividades extraescolares

En cuanto a las actividades extraescolares, pueden
 ser muy recomendables, pero si son demasiadas pueden
 causar estrés a los niños e impedirles descansar como lo necesitan.
Hay que valorarlo con cuidado, porque si el niño está
 todo el día en el cole y luego sigue con actividades
extraescolares, posiblemente llegue a casa con intención
de “olvidarse de todo” y no querer hacer deberes ni estudiar.
Fuente: www.serpadres.es
admin | noviembre 4, 2012 en 9:30 a